La dirección de Grupo Zeta ha puesto en marcha una misión kamikaze contra la plantilla de El Periódico y sus empresas de servicios. Después de los dos varapalos sufridos el viernes pasado con el rechazo de los trabajadores a su última propuesta y la retirada del procedimiento de descuelgue antes de recibir un laudo denegatorio por parte del árbitro, el director de recursos humanos y su abogada se presentaron a una nueva reunión con el Comité Intercentros con las manos vacías y la pretensión de cerrar un acuerdo inmediato.
En lugar de asumir el veredicto de la plantilla expresado en votación secreta y aportar una propuesta que fuera más allá de la rechazada, la dirección del grupo mantuvo su última propuesta (que se adjunta) con los retoques estéticos de subir el tope de indemnización en un mes y medio y unas supuestas garantías de congelación salarial para los directivos excluyendo a la alta dirección. El comité ya advirtió a la empresa el pasado viernes y lo reiteró en la reunión del martes que esa propuesta es absolutamente insuficiente en el escenario abierto después de la votación y de la retirada del descuelgue y que si pretende que se someta a una nueva consulta de la plantilla actúan como un kamikaze poco antes de estrellarse.
La misma dirección de Grupo Zeta que ha provocado el mayor conflicto laboral en la historia de la compañía y de la prensa española al solicitar el descuelgue salarial y aplicar una rebaja ilegal que mantiene a día de hoy intenta ahora amenazar y sembrar el miedo entre la plantilla con burdas maniobras en las que difunden por varios medios falsedades para intentar ocultar su irresponsabilidad. Con esos intentos de intimidación demuestran nuevamente la desconexión de la dirección del grupo y de El Periódico con la plantilla, que ha mostrado ya con la huelga y la votación su respuesta valiente al desprecio recibido.
El mensaje de los empleados a sus directivos está claro: la empresa tiene que cumplir los acuerdos y la legalidad y tiene que mejorar su propuesta para que sea aceptada. Ésa es la única vía para salir del bloqueo en el que nos ha metido la alta dirección con una estrategia de confrontación que ha fracasado. El comité reitera su disposición a negociar un nuevo acuerdo con esfuerzos razonables y compartidos que permita abrir un horizonte de estabilidad y paz laboral.